martes, agosto 16

Yanelys Encinosa Cabrera





Recato


Por si las moscas vienen a posarse
póngome la cinta
de este lado del cuello

me anudo el lazo
sobre el lugar exacto de la abertura
de tal manera
que el sugerente comodín
funciona como adorno y como tapón
la elegante textura de la seda
se aviene al refinamiento
justo para despistar a los curiosos
y a quienes pretendan acusar
falta de compostura
la meticulosa hechura del nudo
se ajusta al torrente con tal precisión
que la sangre no logra salir a borbotones

una vez corregida la desmesura del afluente
podría abandonar el artilugio
y ventilar sin dilación la herida
pero descubierta
vulnerable
quedaría expuesta a la contaminación
como las abiertas llagas
de un animal corrompiéndose a la intemperie

mi sangre amenaza aún con la hemorragia
he de cuidar mi salud
mejor me ajusto el lazo
por si las moscas.




Habitación interior a oscuras
                    A Yamel Álvarez, el psicólogo


¿Qué hay detrás de los pétalos
                              de la impoluta textura de nívea flor
                                                         el más frío de los encantos?
¿Será visible el pistilo?

¿Qué hay detrás del telón
                              del decorado recinto
                                                      con lucecitas para escena?
¿Aplaudirán los andamios?

¿Qué hay detrás de los cuadros
                             del arte que amuebla
                                                   la quietud de la cal?
¿Llegará a moverse la pared?

Intrusos que ignoran asechan a la puerta
A oscuras no se abre

¿Qué amiga luz vendrá
                                                a traspasarme?






Mulata en el malecón

Ella entreabre las piernas
no esconde pudor su minifalda
ni titilan azules los astros a los lejos

la tatarabuela ruborizábase
ocultaba bajo el sayón los apretones
el temblor por la aversión y el agravio

el viento de la noche gira en el cielo y canta
el desafuero de la sal sobre la piedra

principios de las curvas descubiertos
donde otrora fue la mancha del ultraje
donde el blanco profanó la tersura del ébano

el índice invita al oscuro propósito
se acerca el objetivo y lo detiene
con su golpe de cintura lo derriba

luces y sirenas contra el mismo muro
nosotros los de entonces ya no somos los mismos

él viene al festejo y a la amnesia
no recuerda el ardor de sus ancestros
ni sonrójale la culpa de la afrenta

ella  omite la lágrima de la abuela
olvida la historia tantas veces repetida
la subvierte
blande las sutiles armas
esclaviza

muchas veces la venganza
perdón
 la vergüenza
es un golpe de olvido en la memoria




Lo doméstico
        A Rafael Álvarez


Mi amigo tiene su traje anclado a la aleta de un avión

cuando aterriza se desnuda
y vuelve a casa para dormir en paz
sueña con aviones y con peces de colores
el avión se rompe a veces
pero el traje permanece allí
dispuesto al vuelo como su sueño

ahora observo a mi amigo quemar su traje
muy lejos de casa
tiene los ojos bien abiertos

no volverá a dormir.




Equilibrio


Cuando un desamparo se pronuncia en la médula
alejarse del epicentro
tambalearse hacia los costados
dudar de los pronósticos y el rumbo
nos abalanza al terror
de lo impreciso

una cuerda parece tensarse
sobre la fragilidad
al borde del marasmo

la lucidez es la mirada al frente del equilibrista
cuando ha irrumpido ya en la cuerda floja
con su vara sobre los hombros.





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