lunes, junio 25

Luis Jimenez Hernandez

(Ver entradas anteriores)






TRAS LA FRAGMENTACIÓN



En el campo de batalla, el ojo es el espejo y el espejo pasa con la bruma de un lado a otro, sobre doscientos cadáveres en una fosa común; las aves vuelan transportando los límites, el calor. Arriba como abajo, una luz sempiterna.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesante.Me parece una prosa lograda.Siguen ganando en intensidad los poemas de este joven escritor.